En múltiples industrias —desde la alimentaria hasta la metalúrgica— el manejo de polvos y sólidos finos representa un riesgo potencial de explosión. Pero, ¿qué condiciones deben estar presentes para que esto ocurra?
Los 5 elementos que causan una explosión por polvo:
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Polvo con propiedades combustibles: materiales como azúcar, harina, plásticos, metales y más.
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El polvo se suspende como nube en el ambiente.
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Espacio confinado: silos, tolvas, ductos, etc.
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Presencia de oxígeno (inevitable en la atmósfera).
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Fuente de ignición: puede ser una chispa, fricción o incluso una superficie caliente.
Cuando estos factores coinciden, se genera una deflagración: una explosión rápida y destructiva que puede propagarse a través del sistema.
¿Cómo prevenirla?
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Evaluación de riesgos con pruebas de explosividad de polvos.
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Sistemas de aislamiento y venteo de explosiones.
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Paneles de venteo y tecnologías de supresión activas.
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Capacitación y mantenimiento constante.
Conclusión
La explosión por polvo combustible no es un evento improbable. Es un riesgo latente en la mayoría de los procesos con materiales particulados. Implementar protección contra explosiones no solo protege tu infraestructura, sino que salva vidas y garantiza el cumplimiento normativo.



