La exactitud y la precisión son dos formas de medir los resultados. Con la exactitud se mide cuánto se aproximan los resultados al valor verdadero o conocido. Con la precisión, por otra parte, se mide cuánto se aproximan los resultados entre sí. Ambas mediciones son útiles para dar seguimiento e informar sobre los resultados de un proyecto.

Normalmente, los términos exactitud y precisión se usan indistintamente, pero cuando hablamos de mediciones, su definición es distinta. Que una medición sea exacta no significa que también sea precisa, y viceversa. Tanto la exactitud como la precisión son aspectos esenciales del trabajo de producción de primer nivel.

A pesar que ambos términos se utilizan comúnmente como sinónimos, dentro de la metrología son conceptos con significados diferentes y bien definidos ya que al realizar una medición puede que esta sea precisa, pero a la vez inexacta.

Tanto la exactitud como la precisión son formas de medición que definen cuán próximo se está a cumplir una meta u objetivo. Con la exactitud se mide cuán cerca te encuentras de un valor real de medición, mientras que la precisión muestra cuánto se aproximan los valores medidos entre sí. En pocas palabras, la exactitud es el grado de diferencia del valor medido con el real y la precisión nos indica la dispersión entre los datos obtenidos.

La precisión se define como: El grado de coincidencia existente entre los resultados independientes de una medición, obtenidos en condiciones estipuladas.

La exactitud se define como: El grado de concordancia entre el resultado de una medición y un valor verdadero del mensurando.

Como se ha mencionado, la exactitud es la diferencia entre el valor medido y el valor auténtico. Por lo tanto, una medición exacta será aquella que tenga el menor error posible en la medida.

La exactitud se puede determinar realizando una sola medida a diferencia de la precisión y no tiene un valor numérico asociado.

La precisión mide la repetibilidad de la medida o la dispersión de los datos entre sí y puede ser evaluada mediante parámetros estadísticos como la desviación típica, la varianza o el coeficiente de variación. A diferencia de la exactitud, para evaluar la precisión serán necesarias varias medidas.

  • Exactitud nos indica la calidad del resultado.
  • La precisión nos indica la concordancia entre medidas.

Un dispositivo de medición puede ser muy preciso, si da siempre el mismo resultado o muy parecido. Sin embargo, no tiene porqué ser exacto si el resultado no se asemeja con el valor real. De hecho, los buenos instrumentos de medida, deben ser exactos y precisos simultáneamente.

La clase por su parte es la forma de especificar la exactitud de un instrumento de medición.

La clase se especifica en las normas ASME B40.100 (clases de exactitud del 0,1 al 5% del rango de escala) y EN 837 (clases de exactitud del 0,1 al 4% del rango de escala). La especificación de la clase de exactitud suele expresarse como % del rango de escala, pero se designa conforme dichas normas, por ejemplo, un manómetro cuya exactitud es de 0,5% del rango de escala, quiere decir que según la norma ASME B40.100, es Grado 2A.